Estudios científicos han demostrado que tanto las emociones como la salud de una persona impactan en su capacidad intelectual. En concreto, la neurociencia, a través de complejos procesos, ha llegado a la conclusión de que el mundo de las emociones y el mundo académico están fuertemente relacionados.
Por ejemplo, el estrés y el miedo disminuyen la capacidad de memoria y el rendimiento de la persona en general; y, por el contrario, el aprender con alegría, sorpresa y curiosidad ayuda a la obtención de mejores resultados.
El profesor Francisco de Mora dice que nuestras inteligencias académicas pueden venirse a bajo si no atendemos nuestras emociones. Y resume diciendo que : “una persona aprende si hay emoción de por medio”.
Por eso, me gustaría compartir contigo algunas estrategias que van más allá del mundo académico y, que siendo constantes en su uso, nos ayudarán a adoptar y generar hábitos de vida saludables que repercutirán de manera positiva en nuestro desempeño diario.
Las herramientas que aquí te planteo son consideradas Reguladores Emocionales, y tienen como finalidad última ayudarnos a ser más conscientes tanto de nuestras capacidades como de nuestras necesidades -autoconocimiento-; además, nos permiten descubrir los recursos que tenemos a nuestro alcance, con el objetivo de sacar el máximo partido a nuestro potencial y superar con éxito y salud aquellos retos que la vida nos plantea:
1. ACTIVIDAD FÍSICA.
Mantenerse activo puede aumentar los niveles de endorfinas que te hacen sentir bien y distraerte de tus preocupaciones. Mejora tu salud en general y tu sentido de bienestar. Y además, favorece la generación de nuevas neuronas (neurogénesis) y la conexión entre ellas, fortaleciendo su unión y evitando que se mueran. Esto es una gran noticia, porque podemos seguir aprendiendo a lo largo de los años si nos mantenemos activos.
¿Por qué es tan beneficioso este hábito? Una de las razones es que desencadena una serie de procesos químicos que influyen directa y positivamente en el estado emocional de quien lo practica, así como, en el aumento de la capacidad de memoria y concentración y, por consiguiente, en el aprendizaje. Además, aumenta la autoestima, reduce las posibilidades de sufrir estrés, ansiedad y depresión y fortalece el sistema inmunológico ayudando a prevenir enfermedades.
Tiene beneficios tanto para el cuerpo como para la mente, por eso es muy recomendable que nuestr@s hij@s practiquen de forma regular una disciplina deportiva (¡sobre todo en época de de exámenes!), porque les va a ayudar a integrar y organizar los conocimientos aprendidos, permitiendo que el cerebro “descanse”, se oxigene y fije la información recibida.
Consejo para tod@s: Elige aquella actividad que te haga sentir bien y crea tu propio hábito de activarte todos los días un rato. No es necesario correr una maratón. Salir a pasear, evitar el ascensor y el coche, bailar, etc. ¡Recibirás mucho más de lo que crees!
¡Mantente activo, física y mentalmente! Por el bien de tus neuronas y tu felicidad.
2. MEDITACIÓN, el MINDFULNESS y las TÉCNICAS DE RESPIRACIÓN.
¿Sabías que el cerebro se modifica (neuroplasticidad) con la práctica regular de la meditación, creándose nuevo tejido cerebral que con el tiempo hace que el cerebro sea más fuerte? Aumenta la materia gris asociada con la atención, el aprendizaje, la concentración, la autorregulación, la empatía y la compasión.
Se conocen como prácticas integrativas. Mente y cuerpo se unen con un solo propósito, liberar tensiones para disfrutar más de una vida consciente.
Su realización no requiere ni de lugares ni de materiales específicos, pero sí requiere de una práctica regular y constante para integrar esta acción en el cerebro y poder obtener y disfrutar de sus beneficios.
En el campo académico, este tipo de estrategias son muy efectivas y eficaces ya que ayudan a entrenar la mente y a poner foco en la actividad que requiere atención: disminuyen los niveles de estrés, aumentan la flexibilidad de respuesta y de mejores decisiones, potencian los sentimientos de curiosidad, interés y asombro, aumentan lo niveles de felicidad cambiando la estructura fisiológica de tu cerebro, ayudan a cambiar tu relación con tus sentimientos y pensamientos, además de favorecer la conexión con uno mismo…
Consejo para tod@s: A lo largo del día, reserva unos minutos para calmar la mente y permitir que el cuerpo descanse, eso te ayudará a pensar con más claridad y ver las cosas desde otra perspectiva.
Nota: Si conviertes en hábito este tipo de prácticas, en aquel momento que necesites calma inmediata podrás conseguirla tan sólo con un minuto de acción, ya que tu cerebro estará entrenado y sabrá cómo proporcionarte esa paz que necesitas.
3. VISUALIZACIÓN.
¿Sabías que tu cerebro desencadena el mismo proceso mental tanto si imaginas una situación como si la vives realmente?
La visualización es una técnica muy útil, que nos invita a exponernos a la situación que nos genera tensión de forma segura. Nos ayuda, por lo tanto, a equilibrar las emociones, haciendo una gestión adecuada de la situación, y a proyectar en positivo la realización de la prueba.
Una forma sencilla de usar esta técnica es visualizarte acudiendo al examen o a esa reunión que te inquieta, con actitud segura, proactiva y tranquila, generando un clima de confort a tu alrededor, donde puedes ver, experimentar y corregir los detalles de lo que vas a ejecutar antes de hacerlo realidad. Así, cuando estés metid@ en materia, no lo verás como algo extraño, pues ¡ya lo has ensayado!
Consejo: Convierte esta práctica en un hábito para obtener los beneficios.
¡“Visualiza tu éxito”, el subconsciente te ayudará a conseguirlo!
4. EL LENGUAJE y PENSAMIENTO como herramienta de progreso.
¿Sabías que, nuestro cerebro tiene una finalidad por encima de todo? Nuestra seguridad y supervivencia, primando y memorizando lo negativo (sesgo negativo): “Nuestro cerebro actúa como teflón para lo positivo y velcro para lo negativo”, con la finalidad última de protegernos.
El uso del lenguaje y del pensamiento positivo son una de las herramientas más poderosas que tiene el ser humano, pudiendo ser muy inspiradores y cálidos, o bien limitantes y negativos.
Tener especial cuidado en cómo hablamos a los demás, y, sobre todo, cómo nos hablamos a nosotr@s mism@s, es fundamental para tener un buen equilibrio emocional.
Tu pensamiento determina tus emociones y éstas determinan tu actitud, afectando de una u otra manera a tu rendimiento.
Cuando algo no sale como nosotros esperamos que salga, debemos evitar insultarnos o tratarnos mal, tendremos que ser realistas, analizar la situación y animarnos a seguir hacia adelante.
Como te hables, el subconsciente lo tomará como verdadero y así, influirá en tu comportamiento.
“Somos como pensamos. Si pensamos que podemos hacerlo, pondremos todo de nuestra parte. Si pensamos que no podemos, ni lo intentaremos”.
Animarnos de forma consciente va a ayudarnos a comportarnos de una manera más proactiva y potenciadora: “tengo muchos talentos y voy a utilizarlos”, “voy a dar lo mejor de mí”, “soy capaz de realizar la prueba con éxito”, “si fallo volveré a intentarlo de nuevo”, “todavía no puedo, debo de entrenar más”…
Consejo: No se trata de convertir situaciones negativas en situaciones positivas, si no, de sustituir palabras negativas por palabras retadoras y positivas (“no hago nada bien” por “hay cosas que me salen mal, pero hago otras muchas bien”; “no puedo hacerlo bien” por “me tengo que centrar en cómo puedo mejorar”).
5. LOS ANCLAJES -ANCLA TUS EMOCIONES AMIGAS.
¿Sabías que las neuronas que se encienden al mismo tiempo se conectan entre sí al mismo tiempo? Por eso nuestra memoria funciona por asociación.
¿No te ha pasado alguna vez que cuando escuchas una canción te retrotraes al pasado y revives sensaciones similares que en aquel momento experimentaste? Esa canción se ha convertido en un anclaje emocional.
O quizás, oliendo un aroma determinado, puedas traer a tu mente experiencias, personas y/o sensaciones vividas en el pasado. Pues este olor también es un anclaje.
Estos anclajes (memoria asociativa) se instalaron en tu mente de forma natural a través del subconsciente.
Piensa en si tienes alguno. Si tienes una canción que al escucharla te hace sonreír y te trae recuerdos bonitos, o un olor que te transmite tranquilidad, etc.
Tener un anclaje emocional puede ayudarte a la hora de enfrentarte a un examen. Quizás escuchar esa canción que te hace bailar y sentirte feliz antes de salir de casa te hace “venirte arriba” y enfrentar la situación con más energía y ganas.
Los anclajes también se pueden realizar de una forma consciente (el “¡vamos! de Nadal, a la vez que mueve enérgicamente su brazo que le reafirma en su actitud).
¡No es magia, es ciencia!
6. GESTIÓN DEL TIEMPO.
¿Sabías que el cerebro se resiste a empezar cualquier cosa, busca excusas y retrasa el momento de empezar…? Tu cerebro procrastina.
Planifica tu día, tu semana. Vete poco a poco. Marcando retos alcanzables y que permiten tu progreso. Recordando los beneficios que obtendrás y también aquellos obstáculos que tienes que superar.
La gestión del tiempo no sólo te permite poner orden y concierto en tu trabajo, sino también te permite lidiar con tus emociones, especialmente con la pereza.
Consejo para tod@s: Planifica y organiza tus tareas, eso te permite gestionar mejor el tiempo y los recursos que tienes a tu alcance para lograr tu objetivo, y por otro lado, evita que pierdas tiempo en cosas o pensamientos que lejos de ayudarte te perjudican.
¡Te prepara para tener a raya a la pereza!
7. AMISTAD y RELACIONES SOCIALES.
¿Sabías que las personas con sanas relaciones sociales son más felices y tienen una esperanza de vida mayor?
Expresar nuestros sentimientos, buscar el apoyo de otros o pedir ayuda cuando nos sentimos bloqueados es beneficioso para reducir la carga emocional, ya que, ayuda a reducir el estrés y a regular nuestra propia conducta. De igual modo, compartir alegrías y éxitos con los seres queridos nos reporta un mayor bienestar y un refuerzo de autoestima y confianza.
Consejo para tod@s: cuida tus relaciones personales. Busca y encuentra momentos para compartir fuera de las redes sociales.
Si ponemos en práctica en nuestra vida diaria estos 7 reguladores emocionales podremos comprobar que nuestro rendimiento académico mejora sustancialmente y con menos esfuerzo, gracias a una mayor concienciación de que la razón, la emoción y la salud siempre van de la mano, o lo que es lo mismo, cuando actuamos conscientemente de forma inteligente.
Cuando prestamos atención a nuestras necesidades emocionales potenciamos nuestras capacidades en el ámbito académico, laboral, social y personal.
Espero que te resulte útil la información plasmada en esta serie de publicaciones y puedan ayudarte a sacarle más partido a tus capacidades.
Por mi parte, las seguiré aplicando en mis presentes y futuros aprendizajes, e intentaré transmitírselas a mi hija para que le acompañen durante su vida.
No olvides que lo importante es el camino no solo el resultado…
Te invito a seguirme por Instagram donde comparto más información que puede resultarte interesante.
Gracias.