RosaMCOLMEIRO#inteligente-menteFeliz
Me gustaría hablarte hoy de una técnica muy efectiva que tanto tú como tus hij@s podéis poner en práctica para mantener a raya la procrastinación y, a la vez, aumentar vuestra atención. Es muy sencilla de llevar a cabo y apta para todo el público.
En el mundo estudiantil es muy conocida y usada por sus beneficios a la hora de enfrentarse a materias poco motivadoras y quizás un poco pesadas de preparar.
Ante una situación en la que te da pereza realizar una tarea la parte más “dura” suele ser, normalmente, empezar. Y esto es debido a que la anticipación de un tema desagradable activa una parte del cerebro, el córtex insular, relacionada con el dolor. Tu cerebro entiende que haciendo esa actividad concreta vas a “sufrir”, por lo que, de una manera insistente, te invita a cambiar tu atención y a enfocarte en aquello que te resulta más gratificante y fácil de hacer, ofreciéndote alguna que otra excusa para que no te sientas mal por no llevar a cabo tu cometido. Lo dicho, te incita a procrastinar.
Para prevenir la procrastinación y ayudar a mantener la atención en una determinada tarea, la Dra. Bárbara Oakley recomienda usar la “Técnica del Pomodoro” y la define como una de las más sencillas y efectivas herramientas que ha encontrado durante sus investigaciones sobre el proceso de aprendizaje. Añade además que es una gran aliada para construir unos hábitos fuertes de estudio, a través del entrenamiento mental.
Me hubiera sido muy útil en mi vida como estudiante, aunque ahora la aplico en mi día a día, sobre todo, con aquellas tareas que me generan cansancio con solo pensar en ellas. Y también la adapto para que mi hija la ponga en práctica tanto en tareas escolares como domésticas. ¡Y funciona!
En las siguientes líneas te explico qué es, cómo se usa y por qué funciona y, quizá, te resulte atractiva y útil introducirla en tu vida familiar.
¿Qué es la Técnica del Pomodoro?
Es una técnica tremendamente simple que fue desarrollada por Francesco Cirillo, a finales de los años 80. Es tan fácil de usar que requiere tan sólo dos cosas: un temporizador (como el típico reloj con forma de tomate que suele estar presente en muchas cocinas -de ahí su rebuscado nombre) y desconectar de todas las posibles distracciones.
¿Cómo funciona?
- Primero, elige una única tarea para llevar a cabo, y deshazte de todo aquello que te pueda distraer (teléfono, avisos, mensajes, etc.).
- Después, fija un tiempo de 25 minutos en tu temporizador y trabaja en tu tarea hasta que suene la alarma.
- Acto seguido, tómate un tiempo de 5 minutos de descanso: levántate, estírate, da un corto paseo, bebe un vaso de agua, etc.
- Una vez que lleves tres o cuatro rondas de 25 minutos de intervalo, tómate un largo respiro (entre 15 – 30 minutos) para recargar las pilas -aquí puedes aprovechar para darte un premio (eso lo dejo a tu libre elección, siempre y cuando sea saludable).
¿Por qué esta sencilla técnica funciona?
Porque, como explica la Dra. Oakley, este simple ejercicio ayuda a tu cerebro a poner foco en lo que toca, entrenando tu habilidad de concentración, evitando que tu mente divague. Además, la doctora refuerza la idea de que es muy importante relajarse al final del esfuerzo realizado. Esto es debido a que el cerebro para aprender necesita combinar momentos de concentración intensa con momentos de relajación para poner orden, guardar y realizar los cambios necesarios para almacenar los nuevos conocimientos.
¿Por qué funciona?
Estas son alguna de las razones:
- Promueve la concentración en una sola tarea.
A menudo, nuestr@s hij@s sufren “parálisis de elección”. Se ven ante un grupo de tareas que tienen que hacer y no saben por cuál empezar (¿matemáticas, lengua, proyecto del agua, contestar al chat de clase…?). Y a veces acaban eligiendo lo más fácil; no hacer nada y dejarlo para más adelante.
Con los pomodoros o sesiones eligen una sola tarea y durante ese tiempo marcado se dedican única y exclusivamente a ella. Toda la atención plena es para esa tarea. Cuando se den cuenta, ya la habrán finalizado o, por lo menos, la habrán iniciado y el siguiente paso les resultará más fácil de abordar.
- Minimiza las distracciones.
Esta técnica puede incrementar la productividad ya que requiere, para que sea altamente efectiva, eliminar o minimizar todas las distracciones posibles y así estar enfocado en lo que toca, en la acción presente.
- Reduce la ansiedad
Gran parte de nuestra ansiedad es anticipatoria. Cuanto más evitan tus hij@s una tarea, más se agranda la ansiedad en sus mentes.
Como dice la psicóloga Lisa Damour, los estudiantes a menudo se sienten estresados porque “sobreestiman la capacidad de una situación y subestiman su capacidad para afrontarla”.
Con los Pomodoros (intervalos de trabajo), el énfasis no está en terminar una tarea, sino en comenzarla y una vez se comienza, a menudo se dan cuenta de que no es tan difícil como imaginaban.
- Ofrece cortos períodos de descanso para consolidar el aprendizaje.
Las investigaciones sugieren que tomar cortos periodos de descanso durante las sesiones de estudio permite consolidar el aprendizaje –y esto mejora la retención y el desarrollo de habilidades. La técnica del pomodoro se basa en estos descansos cerebrales.
Como has visto, la técnica no tiene mucha complicación para ponerla en práctica, lo único que es necesario es poner a prueba la fuerza de voluntad de uno para conseguir el propósito que busca.
El uso de esta herramienta promueve la motivación y la responsabilidad individual, así como ayuda a planificar mejor las tareas, mantiene a raya la distracción y ayuda a gestionar mejor el tiempo. Estos son requisitos básicos e imprescindibles en la vida de cualquier estudiante.
En definitiva, favorece el entrenamiento mental y ayuda a integrar hábitos de estudio inteligentes.
🍅 Ideas prácticas para poner en marcha tus pomodoros.
Yo soy #inteligente-menteFeliz