Los padres y educadores debemos concienciarnos de la importancia que tiene, tanto en nuestra vida como en la vida de nuestr@s hij@s, poner en práctica pautas y estrategias que fomenten el uso consciente y limitado de los aparatos tecnológicos. Es nuestra responsabilidad fomentar hábitos saludables para disfrutar de un Bienestar Digital.
Dejar a nuestr@s hij@s libertad plena para hacer uso de la tecnología según su criterio no es una buena decisión por nuestra parte, ya que estamos poniendo en sus manos una tecnología potencialmente adictiva cuando aún no están preparados para ello.
En las siguientes líneas te planteo, de forma resumida, alguno de los recursos que te ayudarán a la hora de gestionar la tecnología en vuestras vidas.
¡Anímate a ponerlas en marcha!
1º. Una de las principales recomendaciones que suelo hacer a los padres es “NO QUEDARSE ATRÁS” en el uso de los dispositivos electrónicos con los que sus hij@s interactúan.
Informarse e informar a nuestros jóvenes de todo lo que implica el uso de las tecnologías en la vida de una persona y mantener siempre una comunicación abierta para que puedan recurrir a nosotr@s cuando les surjan dudas o necesiten resolver alguna cuestión o inquietud relacionada con esta temática, es clave para dar respuesta a las diferentes cuestiones o situaciones que puedan surgir.
Por otro lado, tener toda esta información y una buena comunicación con nuestr@s hij@s facilita poder detectar a tiempo posibles efectos adversos originados por un uso inadecuado de este tipo de dispositivos.
CONOCER las plataformas digitales que utilizan y las relaciones que establecen en ellas, así como los lugares que visitan y qué hacen cuando están conectad@s, es clave para poder gestionar como padres su consumo digital y una oportunidad para fomentar un uso responsable.
2º. Una ACTITUD CRÍTICA es fundamental en este campo. Igual que cuidamos su alimentación y su higiene eligiendo aquello que más les conviene, debemos prestar especial atención a aquellas aplicaciones interactivas que se publicitan como “educativas” -ya que no siempre cumplen esa función de la manera más adecuada especialmente aquellas destinadas a los más pequeños-.
3º. Otra de las recomendaciones que tengo como prioritaria es la de “SER EJEMPLO”. L@s niñ@s aprenden de lo que hacen sus adultos de referencia, así que, por mucho que les digamos lo que tienen que hacer, si nosotr@s no lo hacemos, de poco van a servir nuestras acertadas recomendaciones:
” DAR EJEMPLO NO ES LA PRINCIPAL MANERA DE INFLUIR SOBRE LOS DEMÁS, ES LA ÚNICA”,
ALBERT EINSTEIN
4º. Puedes empezar haciendo un USO DISCRETO de la tecnología. Intenta no estar pendiente, más de lo estrictamente necesario, de tus dispositivos electrónicos y silencia las notificaciones de las aplicaciones que tengas activas para así evitar interrupciones innecesarias y así poder estar centrad@ al cien por cien en tus hij@s y en la actividad que decidáis realizar. Esta práctica refuerza la idea de que desconectar es posible y es bueno para poder disfrutar de un tiempo de ocio de calidad sin interrupciones.
5º. Una actividad muy recomendable y a la vez difícil de llevar a cabo porque requiere un gran compromiso, especialmente de los padres, es DESCONECTAR voluntariamente durante un periodo de tiempo (una tarde, un día, un fin de semana) de todos esos aparatos electrónicos que nos rodean. Esta interrupción consciente nos da la oportunidad de comprobar cómo estos pequeños dispositivos dan forma a nuestras relaciones sociales y a nuestro estilo de vida y, además, nos permite modificar aquello que no nos conviene.
Llevar a cabo esta actividad de una manera recurrente nos hace permanecer con los pies en la tierra porque podemos ver cómo de “peligroso” es estar las 24 horas conectados.
A veces, los adultos recurrimos al uso impulsivo de la tecnología cuando tenemos tiempo libre. Mi consejo es buscar otras maneras de entretenimiento más saludables, así les estaremos mostrando a nuestros jóvenes que hay vida más allá de las pantallas.
6º. Fomentar MOMENTOS LIBRES DE PANTALLAS proponiéndoles un tiempo de ocio en el que primen actividades creativas y al aire libre (cocinar sus propias recetas, manualidades, disfraces, practicar deporte, juegos retadores adecuados a su edad, etc.).
Cubrir una parte importante del tiempo de ocio de nuestr@s hij@s con actividades compartidas, las cuales hayan elegido ellos, fortalece el vínculo familiar y un mayor entendimiento.
7º. Otra estrategia excelente es crear UN PLAN DE CONSUMO MEDIÁTICO acorde con el estilo de crianza familiar. Para ello es necesario llevar a cabo un análisis profundo de la realidad digital que vive la familia en su conjunto y así, de una manera realista, definir y poner en marcha las estrategias y demás acciones que se hayan consensuado en la familia, con la finalidad de poder disfrutar de un bienestar digital.
Los límites son necesarios en la educación de nuestr@s hij@s. De igual manera que los establecemos en el mundo real y nos ayudan a poner orden en sus vidas, debemos establecer, también, LIMITES digitales para poner un poco de orden y concierto en su mundo virtual. Por ejemplo, establecer un horario límite de uso de las pantallas, procurando no usarlas antes de ir a dormir, para que el descanso nocturno no se vea alterado.
8º. Evitar usar la tecnología como un “CHUPETE EMOCIONAL”. Una de las líneas rojas que los padres no debemos cruzar es caer en la tentación de ofrecer o permitir el uso de las pantallas ante el aburrimiento de nuestr@s hij@s. ¿Quién dijo que aburrirse era malo para la salud? Permite que se aburran y que ell@s resuelvan su aburrimiento. La creatividad, la reflexión, la inspiración y la diversión también surgen del aburrimiento.
9º. Crear ZONAS LIBRES DE TECNOLOGÍA. Los profesionales de la salud aconsejan evitar el uso de pantallas durante las comidas y reuniones sociales y no disponer de este tipo de aparatos en las habitaciones de los niños. Estas limitaciones van a enriquecer el tiempo en familia y van a promover hábitos alimentarios saludables y un descanso adecuado.
10º. Los padres no debemos dejar de lado el COMPARTIR TIEMPO TECNOLÓGICO con nuestr@s hij@s. Vivir con ellos la experiencia de participar en actividades digitales nos da la oportunidad de convertir a la tecnología en una aliada para el diálogo y el aprendizaje en familia.
Cuidar el bienestar digital de la familia contribuirá a que todos sus miembros puedan disfrutar de una vida más saludable.