Rendimiento Académico: algo más que un número.

RosaMCOLMEIRO#inteligente-menteFeliz

Un tema que suele preocupar y mucho a los padres y educadores es el rendimiento académico de sus hij@s. Pero ¿qué entendemos realmente por rendimiento académico?

En general solemos referirnos con ello a las calificaciones obtenidas durante el período formativo. Para los padres, madres y docentes estas puntuaciones parecen indicar y, supuestamente, informar si nuestr@s niñ@s están aprendiendo lo que les toca en cada momento.

Entender el rendimiento académico como algo meramente numérico es un error, igual que es un error etiquetar a un estudiante como “bueno o malo”.

Existen otros factores que de alguna manera influyen en el desempeño escolar. A continuación voy a citar aquellos que considero básicos y necesarios tener en cuenta a la hora de abordar la vida de un estudiante:

LAS EMOCIONES. La neurociencia ha demostrado la fuerte relación entre el mundo de las emociones y el mundo académico, y el impacto directo que tienen  sobre la capacidad intelectual de los estudiantes.

Por ejemplo, el estrés y el miedo disminuyen la capacidad de memoria y el rendimiento académico; por el contrario, aprender con alegría, curiosidad y sorpresa ayuda a la obtención de mejores resultados.

LA SALUD. Diferentes estudios muestran que una buena alimentación, un adecuado descanso y la práctica regular de ejercicio físico influyen directamente en el rendimiento de una persona. En concreto, en la vida del estudiante, mejora la capacidad de memoria, la concentración, y otras funciones cognitivas, ayudando a mejorar el aprendizaje y obteniendo mejores resultados.

UN AMBIENTE SEGURO genera en el alumno un estado emocional y una paz interior que le permite estar centrado en su trabajo como estudiante, pudiendo estar al cien por cien enfocado en su proceso de aprendizaje.

Tanto el centro educativo, en general, como el aula, en particular, deben propiciar ambientes seguros y tranquilos donde se construyan relaciones sociales saludables y se fomenten la seguridad, la confianza y el respeto.

UNA RELACIÓN POSITIVA Y CONSTRUCTIVA ENTRE DOCENTE – ALUMNO favorece un mejor desempeño académico del estudiante respondiendo positivamente a su proceso de aprendizaje y a la vez, favorece la satisfacción y la motivación del docente por mejorar en su labor educativa.

Esta relación tan importante entre el maestro y el alumno es clave para entender alguno de los problemas que se pueden estar dando en la vida del estudiante y que le puedan estar entorpeciendo en su progreso.

LA MOTIVACIÓN es un pilar fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y está, en parte, determinada por las relaciones sanas y sinceras entre el profesorado y el alumnado, lo que favorece que el aprendizaje sea significativo, real y duradero; donde la curiosidad y la ilusión por aprender es lo que motiva al niño, y le invita a tomar partido en la vida académica.

Y por otro lado, un profesor motivado es un profesor más entregado al alumno, más amable, optimista, con una comunicación positiva, con mentalidad de crecimiento, con diferentes métodos de enseñanza y con la inquietud de la mejora constante.

EL ENTORNO FAMILIAR  es fundamental para un correcto desarrollo integral de nuestr@s hij@s. Dependiendo de cuáles sean las circunstancias familiares así influirán en el desempeño académico del niño.

La inestabilidad, el desorden y  la falta de límites y de normas afectan negativamente a la motivación del niño y, por lo tanto, a su rendimiento personal y académico.

Velar por el bienestar escolar de nuestr@s niñ@s no es sólo transmitirle puro conocimiento académico, sino también atender esas necesidades que pertenecen a la esfera más privada de cada un@.

A través de estas líneas mi intención ha sido reflexionar sobre cuál es nuestra responsabilidad como padres, madres y docentes en el rendimiento académico de nuestros niños y niñas. Una educación integral es requisito fundamental para que el alumno pueda explorar y desarrollar todo su gran potencial. Por este motivo, la familia y la escuela deben ir de la mano y promover, favorecer y garantizar la condiciones óptimas para una correcta evolución y progreso de los estudiantes.

Educar en armonía: Mente, Cuerpo y Ser.

Yo soy #inteligente-menteFeliz

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